Me conozcas o no, quiero que sepas que no, no soy perfecta; ni perfecta, ni la más guapa, ni la más divertida, ni la más inteligente. Soy tardona, aunque dicen que lo bueno se hace esperar ¿No? Soy la persona más cabezota que vas a encontrar. Cuando me empeño en algo, no paro hasta conseguirlo y tengo la boca muy grande, a veces demasiado, y me suele traer problemas pero a veces (pocas) me salva el pellejo. Ni suelo destacar entre la multitud, ni me gusta hacerlo. También, me gusta trasnochar hasta que mis ojos aguantan y pasar la tarde haciendo el tonto por las calles de mi barrio con mis amigas. Me gustaría viajar al País de Nunca Jamás contigo y que cada día Campanilla nos rociará de polvo para poder volar juntos entre las nubes, parándonos en cada una de ellas para besarnos hasta que nuestros labios se cansen. Tengo la suficiente idiotez para hacerme ilusiones con cada promesa que me haces, creyendo que jamás las vas romper y cuando las rompes, duele, me duele, y a pesar de ello te lo perdono como la tonta que te quiere y
que no sabe vivir sin ti.